¡Qué decir
de la GNR! Es quizás el evento deportivo más importante del Noreste the
Inglaterra. Todo un lujo en el que participan campeones mundiales y
continentales en diferentes categorías del medio fondo / fondo (5.000,
10.000, marathon, ...). Una de las figuras que nunca se pierde esta
carrera es el somalí nacionalizado británico Mohammed Farah, orgullo
nacional.
Hay muchas cosas que
impresionan de este día: las historias de superación de la gente, el
impulso que supone a causas nobles como la lucha contra el cáncer,
exclusión social, enfermedades sin cura o simplemente el homenaje a
seres queridos, la muchedumbre de más de 50.000 personas reunidas en una
de las arterias que cruzan el corazón del toon, los famosos Red Arrows
sobrevolando el Tyne Bridge con sus estelas de humo de los colores de la
Union Jack, el reto de una media maratón para los que no tenemos
condición atlética... la lista no tiene fin...
Personalmente,
2012 fue mi primer año y en el que hice la carrera en mis mejores
condiciones físicas (por lo tanto hice mi mejor marca en 2h25') ...claro
que pesaba unos 25 kilos menos que ahora y había tenido mucho tiempo de
entrenar. Curiosamente fue de los peores años en lo meteorológico. Una
temperatura fresca (fresh) como dirían aquí de unos 11/12 Celsius o un
frío de coj.... para alguien del Sur de Europa. Por supuesto, la lluvia
nos acompañó durante todo el camino, pero no hay dolor en un día así.
En
2013, las horas de entrenamiento cayeron en picado y por lo tanto el
rendimiento en carrera también. Creo que este fue el año de uno de mis
momentos más humillantes cuando un tipo con un disfraz de dinosaurio de
2.5 metros de alto y que casi no podía separar los pies para correr me
adelantó a mitad de recorrido. Ha habido otros momentos similares, como
ver que vas más lento que octogenarios y octogenarias obesos/as. Mi
único consuelo en esos momentos es pensar que han tenido mucho más
tiempo que yo para entrenar. No llovió durante la carrera, pero a la
llegada a South Shields un aguacero nos caló de pies a cabeza.
En
2014 corrí con resaca, con lo cual bastante hice con acabar. Ese año el
tiempo acompañó, con una temperatura más amable aunque poco importa
cuando desde el metro uno estás deseando que acabe la pesadilla.
En
2015 y especialmente en 2016 hice un par de carreras decentes
recuperando la buena forma y las sensaciones. Hay que tener en cuenta
que normalmente sólo he conseguido completar un par de entrenamientos de
más de 15 km. antes de la carrera, con lo cual esos últimos 6
kilómetros se hacen eternos. El hecho de correr rodeado de gente y en un
ambiente festivo lo hace más llevadero. Eso no quita que
psicológicamente, para mí al menos, los km. entre el 7 y el 10 en primer
lugar, y el 18 y el 20 se hagan durísimos. Las causas: el cansancio
acumulado y la distancia a meta en el primer caso y llevar al límite tu
cuerpo (calambres incluidos) junto con el hecho de no tener asegurado el
poder llegar a meta en el segundo.
En
2017, vuelta a la miseria física, pero un año muy especial porque a mi
habitual compañero de andazas y culpable de que haga esta locura todos
los años, Stephen, se unió mi actual pareja, Mariluz, quien repitió
también en 2018 haciéndolo increiblemente bien, demostrando una dureza
mental y física encomiables.
Por
supuesto también destacar la participación de María Figueira estos dos
años contribuyendo a la causa de Action Language para ayudar a personas
en situaciones de exclusión y solicitantes de asilo político en esta
zona. Sin tener que matarse a entrenar ha conseguido completarlas con
soltura, algo que no me extraña dado el tipín y la genética de atleta
que tiene.
Para finalizar, decir
que para mí supone esa motivación para mantenerme sano y en forma y que
todavía me emociono como la primera vez que la hice, ya sea escuchando
el 'Going home' de Mark Knoffler en la línea de salida, viendo en las
pantallas gigantes la imagen de Mo Farah saludando antes de tomar la
salida en la misma carrera que tu participas (partimos en desventaja
porque, debido al gentío presente, solemos cruzar la línea de salida
unos 25 minutos después de que Mo ya haya salido y en ese tiempo él
suele completar la mitad de la prueba) o simplemente disfrutando de la
compañía de Mariluz, Stephen, María... y el ánimo de resto de migrants
ya sea viendo la salida en TV, enviando mensajes a través de grupos de
Whatsapp/RR.SS. o acompañándonos en la salida/encontrándonos/ofreciendo
ayuda logística en la llegada como Gonzalo Varela o Ale Diaz (Aple)
quién sufrió de lo lindo en 2015 para llegar a South Shields debido al
colapso del metro y de nuestro amigo Damián Álvarez que le acompañaba y
del que afortunadamente se recuperó rápidamente ...las altas
temperaturas nos pasaron factura a todos.
Mención
aparte merecen los transportes en ese día. Ni que decir tiene que
colapsan al no poder absorver tal demanda. Hay que tener en cuenta que
South Shields cuenta con una población de unos 75.000 habitantes según
Wikipedia que casi se triplica en un día teniendo en cuenta no sólo a
los corredores pero también a familiares, amigos y miembros de la
organización.
Por todo ello,
quizás la mejor decisión que tomamos el año pasado fue dejar el coche en
South Shields la noche anterior, volver con Gonzalo a Newcastle y tomar
la ruta del Tyne Tunnel después de la carrera para evitar la cola de 2h
para tomar el Ferry a North Shields y andar 20' hacia Tyne & Wear
Metro para finalmente llegar a Newcastle.
Total,
que podría extenderme y escribir una trilogía o incluso una saga como
está tan de moda últimamente en el cine pero no quiero aburrir más al
personal con batallitas. ¡Espero que os haya gustado!